La criptomoneda más popular y utilizada del mundo cierra un 2020 atípico con un rendimiento extraordinario, alcanzando valores por encima de muchos de los pronósticos previos. ¿A qué se debe este fenómeno? Si bien no hay una única respuesta, se pueden pensar diferentes hipótesis para entender qué es lo que está ocurriendo y, mejor aún, intentar dilucidar qué es lo que ocurrirá a lo largo del año entrante. A continuación, un análisis de lo que ocurre con Bitcoin.
Mientras gran parte de la población aún se pregunta qué es el Bitcoin y cómo comprarlo, cada vez son más las personas que disfrutan las ganancias excepcionales que está dando la criptomoneda más conocida y utilizada de la actualidad. En ese sentido, el 2020 fue un año atípico en la historia de la humanidad y también para BTC, ya que luego de un comienzo con cierta inestabilidad fruto de las diferentes medidas que se tomaban para paliar los efectos económicos y sanitarios de la pandemia, logró tener un año de fortalecimiento tanto en su valor como en su consideración como método de pago e inversión. Así, muchos prejuicios alrededor de las criptomonedas se siguen derrumbando.
Lo cierto es que este nuevo pico histórico en el valor de BTC en un año de recesión es una clara sintomatología para entender cómo será la economía del futuro cercano, ya que la pandemia no ha hecho más que acelerar un fenómeno evidente: la digitalización de la economía. Sin ir más lejos, la plataforma PayPal anunció hace ya varias semanas, y en medio de la incertidumbre relacionada al Covid-19, que los usuarios podrán utilizar a Bitcoin como medio de pago, algo que era impensado hace apenas unos años. Y es que allí se podría empezar a pensar una primera respuesta del porqué de este nuevo record.
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Además, no se puede obviar que uno de los factores principales por el cual BTC ha logrado perforar su techo previo al superar los USD 23.000 reside en un aspectos técnico: este 2020, al igual que ha sucedió en 2016, la emisión de esta criptomoneda se ha reducido a la mitad, lo cual al reducir la oferta pero no la demanda el precio siempre tiende a subir. Ahora bien, la demanda no solo se ha mantenido, sino que ha crecido de manera exponencial este año. Una de las razones de ello es la fuerte emisión monetaria de las principales potencias del mundo, con nada más y nada menos que Estados Unidos imprimiendo el 35% de su base monetaria en un año.
A ello, y al anuncio de PayPal, también se suma que muchos grandes fondos de inversión que se habían mantenido al margen del fenómeno de las criptomonedas ahora han decidido entrar y jugar fuerte. Sin ir más lejos, desde el fondo Microstrategy se anunció nada más y nada menos que la compra de 17.500 de BTC, algo muy poco frecuente hasta la fecha y lo que prendió las luces de alarma de otros inversores para no quedarse afuera de una gran oportunidad. En resumidas cuentas, cada vez son más los actores que quieren echar mano en este negocio, por lo que los valores siguen subiendo.
Algo similar se puede pensar con el público en general, ya que pequeños y medianos ahorristas también han encontrado en BTC y otras criptomonedas una forma interesante de invertir, ahorrar y pagar en un año en que los flujos de movimiento de capitales se frenaron radicalmente. La seguridad y practicidad que da el método de Bitcoin, así como el de Ethereum o Ripple llamó la atención a todo un sector de la sociedad que hasta el momento se había mostrado bastante reacio no solo a este tipo de monedas, sino a las nuevas tecnologías en general. Después de todo, si se puede hablar de un efecto a corto plazo de la pandemia en el corto plazo es justamente este: la llegada del mundo de la economía y finanzas a la era digital y un punto prácticamente de no retorno.
Otro factor que juega al alza de su valor es su ya más de una década de historia, en donde siempre a pesar de momentos de subas y bajas pronunciadas, el valor siempre tiende a aumentar y existen expertos y analistas que auguran en el largo plazo un valor cercano al medio millón de dólares los más optimistas y a USD 300.000 los más cautos. Por supuesto, esto no sucedería mañana, ¿pero qué otro tipo de inversión da esa clase da ese nivel de rendimientos con un índice de riesgo tan bajo en relación a otros?
Además, no se puede obviar un dato que va en correlación con todo lo dicho hasta el momento: operar con BTC y otras criptomonedas es cada vez más fácil y no hace falta ser un experto ni un hacker para poder hacerlo. Sin ir más lejos, existen portales como criptoinversion.org en donde se puede hallar en un mismo sitio todo lo necesario para operar de manera eficiente, ágil y con toda la información necesaria antes de tomar cualquier tipo de decisión. Ya sea con un café en tu hogar o viajando hacia tu trabajo, siempre puedes chequear las últimas novedades para obtener los mejores rendimientos.
De esta manera, podemos afirmar que el paso del tiempo ha beneficiado a Bitcoin de gran manera, ya que ha dado sobradas pruebas de su resiliencia, incluso en este año en donde los ojos estaban depositados sobre esta moneda. Para algunos analistas, el 2020 fue el año de fuego, ya que se trató de la primera gran crisis mundial que le toca atravesar a las monedas digitales desde su masividad y su lugar de importancia dentro de los mercados. A pesar de todo, pudo confirmar su historia: nunca terminar por debajo del mínimo de sus subidas.
Al pasado hay que agregarle al futuro entonces, ya que si las tendencias continúan en la misma dirección y la aceptación de la sociedad sobre la idea del dinero digital y la obsolescencia del dinero en efectivo, Bitcoin podría convertirse en una verdadera potencia dentro de los mercados internacionales. Después de todo, BTC demostró con creces que no se trata simplemente de dinero digital, sino de un nuevo sistema monetario que podría cambiar la historia moderna de la humanidad o, al menos, funcionar como un gran respaldo ante los cambios abruptos de los sistemas tradicionales.
Es por eso que para entender el porqué de este pico histórico en un año de crisis es necesario mirar hacia atrás y también hacia adelante, entender que BTC no representa una burbuja financiera, ya que su funcionamiento es diferente al de otro tipo de activos y comprender que más allá de la baja que pueda suceder pronto, el piso al que se llegue va a seguir siendo alto, ya que cada vez hay más tenedores sólidos de este instrumento. ¿De qué valores estaremos hablando en un año? Difícil saberlo, pero lo seguro es que seguiremos hablando largo y tendido sobre Bitcoin, por lo que mejor empezar a naturalizarse ahora con ciertos términos y este universo que promete más sorpresas.
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