Brian Armstrong impuso recientemente una política de «no política» en el equipo de Coinbase, sin embargo, el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, tiene una idea completamente diferente. Garlinghouse no estuvo de acuerdo abiertamente con la nueva política de Armstrong en una entrevista con CNBC. Si bien un CEO cree que no hay lugar para la política en una empresa, el otro afirma que la discusión política en el trabajo es un derecho y no debe restringirse.
Armstrong compartió la nueva regla apolítica para Coinbase en una publicación de blog publicada el 27 de septiembre. En ella, el autor reveló sus puntos de vista sobre el tema y anunció que los empleados de Coinbase ya no tendrán el privilegio de discutir temas políticos en el trabajo. En cambio, el director ejecutivo señala que deberían centrarse en la misión de ofrecer finanzas abiertas y descentralizadas al resto del mundo.
No todos aceptaron el punto de vista de Armstrong, mostraron interacciones en las redes sociales. De hecho, la decisión fue bastante controvertida ya que muchos creen que todavía hay un momento y lugar para la política en las empresas. Sin embargo, las opiniones fueron bastante conflictivas ya que hay una gran cantidad de personas que apoyan la nueva política.
Desde el anuncio original, múltiples usuarios y plataformas de noticias han compartido su opinión sobre lo que Armstrong impuso a su empresa. Ahora, el CEO de Ripple decidió unirse a la «lucha» también. En una entrevista con CNBC, Garlinghouse le dijo al presentador que las empresas de tecnología tienen la obligación inherente de resolver, apoyar y ayudar a resolver los problemas de la sociedad.
De hecho, el CEO de Ripple compartió que las empresas de tecnología crearon algunos de los problemas que tenemos hoy, o al menos contribuyeron a ellos. Por lo tanto, deben trabajar activamente en el desarrollo de soluciones que puedan curar a la sociedad.
¿Otras empresas seguirán Coinbase y su nueva política? Altamente improbable
Como ejemplo, Garlinghouse utilizó el extenso historial de estafadores que organizaron transmisiones en vivo sobre los sorteos de Ripple. Dado que la compañía no tomó ninguna medida para evitar que los usuarios cayeran en la estafa, algunos decidieron llevar a Ripple a los tribunales.
Según el CEO, el marco legal no obliga a la empresa a tomar ninguna medida con respecto a este ejemplo. Sin embargo, cree que es una gran responsabilidad ética que debe resolver Ripple.
Si bien este problema es radicalmente diferente de las discusiones políticas que impuso Armstrong, todavía existen algunos argumentos claros sobre por qué los trabajadores deberían tener la libertad de discutir eventos e ideas políticas.
Desde el anuncio original, varios trabajadores de Coinbase han dejado la empresa como resultado. La política permitió a los empleados de Coinbase abandonar la empresa si no estaban de acuerdo con la nueva cultura política.
Numerosos trabajadores aprovecharon la oportunidad para irse y aceptar un importante paquete de indemnización, incluidas figuras ejecutivas. Un correo electrónico interno del personal reveló que el 5% de la empresa decidió irse y tomar el paquete de indemnización.
Mientras tanto, el CEO de Coinbase, Brian Armstrong, «violó» su propia política al tuitear en su cuenta personal de Twitter y publicar una publicación política engañosa. Poco después de que la comunidad comenzara a criticarlo, Armstrong eliminó el tweet y eliminó su cuenta personal por completo.
Aún se desconoce si otros intercambios y empresas tomarán medidas similares para volverse apolíticas. Sin embargo, los expertos sospechan que es muy poco probable considerando que la industria de la cadena de bloques descentralizada se inclina hacia la izquierda y se toma libertades como expresar la opinión de uno muy en serio.
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