El Banco Central de Francia no está conforme con restringir el acceso a las criptomonedas desde su entidad, sino que busca que el resto de las instituciones financieras del país sigan su misma política.
De acuerdo con un comunicado que fue publicado en los primeros días del mes de marzo, la mencionada entidad financiera aspira prohibir a las empresas fiduciarias, de seguros y demás bancos del país galo, cualquier actividad o transacción con criptoactivos. También fomenta la elaboración e imposición de regulaciones muy estrictas sobre la materia, ya que para esta Institución, las criptomonedas “no son una moneda de curso legal en la nación.”
Según la misma, las divisas digitales son una vía para realizar ataques cibernéticos e incurrir en delitos como legitimación de capitales y financiación al terrorismo. A este respecto, el reporte dice:
“El anonimato que caracteriza los medios de producción y transferencia de la mayoría de los criptoactivos favorece, sobretodo, el riesgo a ser utilizadas para fines criminales (venderlas en Internet por bienes y servicios ilícitos) o empleadas para el blanqueo de dinero y la financiación al terrorismo.”
Esta es una postura muy rígida comparada con la que dió Bruno Le Maire, ministro de finanzas de Francia, que el pasado 19 de marzo dijo que son benevolentes con las criptomonedas y la tecnología blockchain, pero sin ello ser menos cautos. También añadió:
“Francia tiene todo el interés en convertirse en el primer gran centro financiero en proponer un marco legislativo específico que permita a las empresas que inician una ICO demostrar su seriedad ante posibles inversores”.
Otro aspecto que el banco central de Francia critica del Bitcoin y similares, es la alta volatilidad de éstas, susceptible de ser calificada como una “burbuja especulativa”, y comparándola con el infame periodo de la “tulipomanía”, que tuvo lugar en los Países Bajos entre los años 1634 y 1637.
Por otra parte, el mencionado banco sugiere, entre sus recomendaciones, la elaboración y posterior aplicación de un marco normativo que regule los servicios que se ofrecen en las plataformas de comercio de criptomonedas. Además, en conjunto con la Autoridad de Control Prudencial y de Resolución (ACPR), plantean una extensión del marco regulatorio que se aplica a los beneficios asociados con los criptoactivos.
Adicional a ello, el Banco sugiere mayor supervisión de las inversiones de los mencionados, y percibe la necesidad de una alianza interinstitucional de alcance internacional, a fin de “garantizar una mejor eficacia de la regulación». Esta iniciativa viene impulsada por la naturaleza virtual de las criptomonedas.
“Considerando la naturaleza inmaterial de los criptoactivos y el uso de tecnologías relacionadas a la Internet que puedan facilitar servicios transfronterizos, la heterogeneidad de regulaciones nacionales podría suponer un obstáculo para una adecuada supervisión de los riesgos al alcance”
Vale recordar, que a principios de este año, la Unión Europea había adoptado una posición neutra con respecto al tema de las criptomonedas. Pero los altibajos registrados en el valor del Bitcoin ocasionaron que los ministros Bruno Le Maire de Francia; y Peter Altmaier de Alemania, se pronunciaran con una serie de regulaciones para la moneda de Satoshi y demás similares.
